Las puertas de metal son conocidas por su durabilidad, resistencia al clima y seguridad. Sin embargo, debido fundamentalmente a que son usadas ex exteriores con el tiempo, suelen perder brillo, y suelen comenzar a aparecer algunas señales de óxido o corrosión, te dejamos algunos tips para dejar tu puerta metálica como nueva.
Preparación para pintar
- Decide si pintarás la puerta mientras está colgada o si la quitarás. Pintar una puerta en su lugar es posible, pero quitarla y colocarla sobre una superficie plana minimiza las gotas y facilita el acceso a zonas difíciles. Aunque quitar una puerta de metal puede ser complicado, hacerlo suele dar como resultado un acabado más limpio y uniforme.
- Elegir la pintura adecuada para puertas de metal:
- Luz solar directa: Para puertas de metal expuestas a la luz solar directa, utiliza pintura exterior a base de aceite para evitar burbujas y decoloración.
- Luz solar indirecta: Para puertas que no están directamente expuestas al sol, aplica dos o más capas de pintura acrílica-látex exterior de alta calidad. Elige pintura semi-brillante o brillante para mayor durabilidad y facilidad de limpieza.
- Puerta preimprimada: Si tu puerta está preimprimada, puedes aplicar la pintura directamente.
- Puerta de metal sin pintar: Para superficies metálicas sin pintar, aplica una imprimación para metal o utiliza pintura directa al metal (DTM).
- Puerta de metal interior: Usa pintura interior de látex acrílico de alta calidad con buena resistencia al bloqueo para puertas metálicas interiores.
Materiales
- Rodillo de espuma
- Brocha de 2 pulgadas
- Bloque de lijar
- Caballetes o bloques de 2×4 y una mesa
- Taladro inalámbrico y puntas para destornillador
- Cubo
- Estropajo
- Guantes de cocina
- Toallas
- Pintura exterior de látex acrílico
- Imprimación para metal
- Cinta de pintor
- Fosfato trisódico (TSP) o sustituto
Vamos a pintar
- Quita la puerta de sus bisagras, si es necesario.
- Coloca la puerta plana sobre los caballetes o una mesa con bloques de 2×4.
- Retira herrajes, como pomos, cerraduras, números de puerta y ranuras para cartas.
- Limpia la puerta usando una solución de TSP o sustituto, enjuaga y deja secar.
- Lija la puerta, eliminando cualquier pintura desconchada o agrietada, y vuelve a limpiarla.
- Aplica cinta de pintor en las áreas que no quieres pintar.
- Si es necesario, aplica imprimación usando una brocha para las secciones estrechas y un rodillo de espuma para áreas más grandes. Deja secar la imprimación durante 30-60 minutos entre capas.
- Pinta la puerta, comenzando por las áreas estrechas o rugosas y utilizando un rodillo de espuma para las secciones más grandes y planas. Aplica dos capas, dejando secar durante 2-3 horas entre capas (o según las recomendaciones del fabricante).
- Vuelve a colocar los herrajes y cuelga la puerta una vez que esté completamente seca.