Tratamiento de la madera de interior

suelo de madera

Al manipular maderas de interior, es crucial limpiarlas y, si es necesario, eliminar las pinturas antiguas. El soporte debe estar en buen estado para que la pintura posterior se aplique correctamente y perdure. Es recomendable aplicar una capa base en la madera de interior si es necesario, especialmente si es nueva o si se quiere facilitar la adhesión entre la pintura antigua y la nueva en caso de incompatibilidad. Si es necesario, se puede reparar con masilla y lijar para nivelar con el resto del soporte, asegurándose de limpiar cualquier residuo de polvo que quede después del lijado. Siempre se deben seguir las instrucciones de uso recomendadas en el envase.

Acabado de maderas de interior nuevas

Las maderas de interior deben estar en condiciones nuevas, limpias y secas. Se deben lijar con papel de lija del número 00 o 000, frotando en la dirección del grano y eliminando el polvo resultante. Luego se aplica una capa de barniz brillante con una brocha o pincel y se deja secar de 12 a 24 horas. Después de este tiempo, se aplican dos capas de barniz con el acabado deseado, ya sea brillante, satinado o mate, incoloro o teñido, dejando 24 horas entre capa y capa.

Reacabado de maderas de interior

Si el mueble o superficie a barnizar está en buen estado: se limpia la superficie con agua y detergente en polvo, se enjuaga bien y se deja secar completamente. Luego se lija, se retira el polvo y se aplican dos capas de barniz con el acabado deseado, recordando dejar 24 horas entre capa y capa. Si la superficie está en mal estado: se eliminan los barnices viejos con un removedor de pintura y se trata como si fuera madera nueva.

Barnizado de suelo

Para barnizar un piso de madera de interior nuevo, limpio y seco: se lija la madera frotando en la dirección del grano, se elimina el polvo resultante y se aplica una capa de Barniz para Pisos con una brocha o pincel siguiendo el grano de la madera, dejándolo secar 24 horas. Luego se lija nuevamente hasta que la superficie no tenga el ‘repelo’ de las maderas barnizadas por primera vez y se elimina el polvo restante. Finalmente, se aplican dos o tres capas de barniz «suelos brillantes» o «satinados» según se desee, con intervalos de 24 horas.

Pintado de maderas de interior nuevas

Para pintar maderas de interior nuevas: se lijan las maderas en la dirección del grano, se retira el polvo y se aplica un sellador con un pincel o rodillo, dejándolo secar de 24 a 48 horas. Cualquier hendidura o grieta se repara con masilla para madera, siguiendo el grano de la madera.

REPINTADO DE MADERAS DE INTERIOR:

Para maderas de interior ya pintadas y en buen estado: se recomienda lijar ligeramente para abrir un poco el poro y eliminar el polvo resultante. Luego, se aplican dos capas de esmalte del color y nivel de brillo deseado, dejando un intervalo de 24 horas entre capa y capa.

En el caso de que la pintura antigua esté deteriorada, será necesario eliminarla y tratar la madera como si fuera nueva.

BARNIZADO DE SUELOS PREVIAMENTE BARNIZADOS:

Si el piso ya ha sido barnizado anteriormente: asegura una máxima adherencia mediante un lijado y lavado, y luego aclara el piso. Después de secar completamente, que puede llevar de 24 a 48 horas, elimina cualquier residuo de ceras o abrillantadores y aplica una o dos capas de barniz con intervalos de 24 horas.

En caso de que el barniz esté agrietado o se esté desprendiendo, deberás eliminarlo por completo con un removedor de pinturas o raspando la madera, y luego proceder como si se tratara de madera nueva.

PINTADO DE MADERAS DE INTERIOR NUEVAS:

Si vas a pintar maderas interiores nuevas: es conveniente lijar las maderas siguiendo la dirección del grano, retirar el polvo y aplicar una capa de sellador con un pincel o rodillo, dejándolo secar de 24 a 48 horas.

Cualquier hendidura, grieta, etc. debe ser reparada con masilla para madera, siguiendo los veteados de la madera. Después, lija la masilla con papel de lija, siguiendo el grano de la madera y dando una ligera pasada de lija al resto. Finalmente, aplica dos capas de esmalte con un pincel o rodillo del color y brillo que prefieras, dejando idealmente 24 horas de secado entre capa y capa.